Escrito por: lavozdetandil.com.ar
Categoría: Articulos
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Los procesos de producción, elaboración y distribución de alimentos deben garantizar los mejores estándares de calidad para preservar la inocuidad de los mismos, resguardándolos de potenciales contaminantes como pueden ser virus o parásitos, sustancias tóxicas, concentraciones mayores a las permitidas u otras sustancias orgánicas extrañas a su composición normal que pueden afectar la salud de las personas y los animales.

Las enfermedades transmitidas a través de los alimentos no solo afectan la salud pública, sino también la economía de los países y las relaciones comerciales internacionales. La creciente globalización de las redes de distribución y consumo, plantea nuevos desafíos a los países para el trabajo mancomunado, ya no alcanza con promover la mejor calidad local, sino que hace falta reglamentar estándares internacionales para todo el ciclo de vida de un producto alimenticio.
En este sentido, recientemente se desarrolló en Santiago de Chile un encuentro de la Red Internacional de Autoridades de Inocuidad de los Alimentos, organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de fortalecer los sistemas nacionales de control alimentario y promover una red mundial que trabaje sobre este desafío global, favoreciendo la promoción y prevención para evitar que se produzcan incidentes internacionales relacionados con alimentos contaminados.
Representando a la Argentina, participaron profesionales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), de la Coordinación de Vigilancia y Alertas de Residuos y Contaminantes y Punto Focal de INFOSAN, y de la Coordinación de Inocuidad de Productos de Origen Vegetal.
Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires se plantea constantemente la necesidad de trabajar con los agroempresarios nacionales, principalmente los pequeños y medianos productores, en la toma de conciencia sobre la importancia y la necesidad de generar sistemas integrales y sustentables que aseguren la calidad e inocuidad de las producciones, principalmente en los establecimientos cárnicos de la provincia, a través de la capacitación constante de los profesionales veterinarios y el fortalecimiento de los Servicios Oficiales de Inspección Veterinaria.
El aporte profesional del veterinario durante el ciclo de vida del ganado es extremadamente importante, prestando atención no solo a la alimentación, sino también al cuidado general del mismo y el uso racional de antibióticos, ya que su aplicación errónea atenta contra la efectividad de los mismos y en consecuencia disminuye la calidad del producto final.
En la etapa de elaboración de los productos cárnicos, los veterinarios también cumplen un rol fundamental, garantizando la inocuidad del alimento a través del control bromatológico. La comercialización de carne cruda sin diagnóstico previo y la posterior distribución irresponsable de productos no aptos para el consumo, atentan contra la salud pública y las economías regionales. Debe ser una prioridad para los emprendedores ofrecer el mejor producto y la mejor calidad al mercado.
La inocuidad alimentaria es un tema que afecta transversalmente a distintas profesiones y rubros, uniendo esfuerzos y garantizando los mejores productos al mercado es como vamos a poder colaborar con este desafío sanitario global, al mismo tiempo que se mejora la demanda de exportación de nuestras producciones.
Generar un estándar internacional de calidad alimentaria propone un escenario de trabajo, participación y aprendizaje que es una oportunidad y un desafío de crecimiento y superación que permitirá mejorar las producciones regionales en forma conjunta colaborando con la salud pública.